conflictos sociales que mantienen en alerta al país
Tía María, Majes Siguas II, Las Bambas, Lote 192 y el aeropuerto de Chinchero son los grandes proyectos de inversión cuyas ejecuciones permanecen en vilo entre mesas de negociación y fricciones con la población.
Desde que en 2014 el Ministerio de Energía y Minas (Minem) aprobara el segundo estudio de impacto ambiental (EIA) del proyecto Tía María, entre el Ejecutivo, la empresa Southern y los pobladores del valle de Tambo se tejió un largo rosario de inconvenientes.
Con un EIA que caduca en agosto de 2019, el proyecto cuprífero sigue sumergido en la incertidumbre.
El último hito en esta historia fue el pronunciamiento del titular del Minem, Gonzalo Tamayo, quien a inicios de mayo anunció que la estrategia del Ejecutivo es acercar a los pobladores del valle de Tambo –principales opositores a la mina– con Southern.
El primer intento para aplicar esta estrategia fracasó. A inicios de mayo, la minera llevó a la provincia de Islay –zona de influencia del proyecto y donde los pobladores reclaman la construcción de un hospital– a un grupo de 23 médicos.
El objetivo era ofrecer un servicio de salud costeado por Southern. No obstante, esto no fue consultado con las autoridades ni los dirigentes locales, lo cual les generó fastidio. El resultado fue un amago de paro que se apagó con la salida de los médicos.
Para el especialista en conflictos mineros de la PUCP, Luis López Follegatti, un punto que podría desatar el entrampamiento en Tía María sería la construcción de la represa de Paltuture, una obra que tiene por objetivo embalsar agua y destinarla a los agricultores del valle de Tambo.
En diálogo con Perú21, la congresista oficialista por Arequipa, Ana María Choquehuanca, señaló que, desde su punto de vista, el principal escollo de Tía María es la minera.
"Entiendo que el problema tiene un nombre propio y se llama Southern. Las inversiones son buenas, pero se tienen que hacer con responsabilidad", dijo la congresista, que acompañó en enero al presidente Pedro Pablo Kuczynski en su última visita a Islay.
Aquella oportunidad, para efectos de Tía María, la visita del mandatario no fue del todo alentadora. Lo recibió un grupo de opositores al proyecto al grito de "agro sí, mina no".
Choquehuanca sostuvo que la empresa debe tomar en cuenta factores como generación de empleo para la zona y el cuidado medioambiental. "A partir de eso, se podría establecer una mesa de diálogo", dijo.majes siguas ii
Tía María no es el único tema que preocupa a la región de Arequipa. La segunda etapa del proyecto Majes Siguas –obra que busca trasvasar agua desde la cordillera hacia zonas rurales y urbanas– también está en el limbo.
Aquí el entrampamiento se concentra en la demanda del Frente de Defensa de Caylloma, que exige la revisión del EIA para Majes Siguas II.
Los puntos de controversia en este asunto tienen que ver con la exigencia de los pobladores que piden la construcción de una carretera, un incremento en el canon de las seis empresas mineras que operan en la zona y que también se beneficiarían con el trasvase de agua y la entrega de una mayor porción de hectáreas a irrigar por Majes Siguas II.
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